"No, no me considero un amuleto para el equipo", sonríe el derecho venezolano que antes de la jornada de anoche acumulaba nueve presentaciones, con foja de 2-0 e inmaculada efectividad de 0.00 en nueve entradas completas. En site de sus salidas La Guaira ha concluido celebrando un laurel. "Lo que sí puedo decir es que me siento satisfecho porque las cosas están saliendo bien, no solo para mí sino para el equipo".
Decir que las cosas "están saliendo bien" es una manera humilde de asumir su actuación con el uniforme número 37 de los escualos.
De los 27 outs que ha sacado el oriundo de Santa Bárbara, 12 son por la vía del ponche. Solo ha aceptado un hit y regalado dos bases por bolas.
"Uno siempre trabaja fuerte para obtener resultados como estos", apunta quien posee el sinker como principal arma para sacar de paso a los bateadores y producir rollings.
"Lo mezclo con la slider y algunas veces sorprendo con un cambio de velocidad o una recta", confiesa quien en el torneo anterior se tituló con los Caribes de Anzoátegui en calidad de sustituto.
"Fue una gran experiencia, pero ahora quiero ser campeón con mi equipo. Mi papá (Kennys) siempre ha sido fanáticos de los Tiburones y quisiera darle ese regalo", sostiene el zuliano, que de pequeño ligaba a las Águilas.
El escopetero se ha erigido como pieza clave para el manager Marco Davalillo. "Está realizando un gran trabajo", sostiene el estratega. "Nos ha brindado chance de regresar en los juegos que hemos estado perdiendo y de mantener a raya al rival cuando lo traemos con el partido empatado o ganando".
Pero ojo, no crea que todo ha sido color de rosa en la carrera profesional de Batista.
En octubre de 2009 acusó molestias en el codo derecho y un mes después pasaba por el quirófano para retirar astillas de hueso en la zona afectada.
"Gracias a Dios la operación fue un éxito, pero esa experiencia fue muy dura para mí y la familia", recuerda quien pasó un año inactivo por el proceso de rehabilitación.
Por la intervención perdió dos o tres millas por hora en su bola rápida. "Todavía me siento fuerte, pero la operación afectó".
Kendy cree que los relevistas de La Guaira están en la misma página. "Todos los integrantes del bullpen estamos haciendo un buen trabajo. Solo en dos partidos de los primeros 14 se han cometido algunos errores y se ha fallado. Pero eso es normal en el beisbol. Lo importante es ser consistente".
Y para ser consistente, una de las claves de los Tiburones es su estratega. "El manager Davalillo nos llena de confianza todos los días y cuando perdemos enseguida habla con nosotros para decirnos que levantemos la cara, que no ha pasado nada, que mañana es otro día. Eso es importante y vital. Que te digan que cuentan contigo para ganar es muy valioso", celebra quien no celebraba un laurel en la pelota local desde la temporada de 2008-2009.
Batista conoce su rol, por eso se concentra para estar listo luego del quinto acto.
"Ese es el momento en el que me preparo. Sé que lanzaré en el sexto, séptimo u octavo inning para prepararle el camino a lanzadores de más experiencia como Enrique González o cuando está Francisco Rodríguez", señala. "Lo importante es cumplir bien el trabajo para sumar victorias".
Hasta ahora, ha hecho "lo importante", pues no ha tolerado carreras del equipo contrario y ha participado en siete de las diez victorias que sumaban los Tiburones antes de la jornada de anoche.
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