Fuente: El Universal - Víctor David Melo Zurita
Muchos fanáticos nos han preguntado una y otra vez el por qué la directiva de los Tiburones de La Guaira se decantó por Phil Regan a la hora de despedir a Carlos Subero tras tres semanas de campeonato.
La historia es larga, pero intentaremos resumirla.
En algún punto de la temporada 2008-2009, específicamente cuando los Tiburones acumularon ocho derrotas consecutivas antes de voltear un partido que perdían por nueve carreras en Margarita, el alto mando del elenco salado le ofreció el cargo de manager a Marco Davalillo, el cual no aceptó.
A pesar de que Davalillo se niegue a hablar de ello porque "lo pasado quedó atrás" y sólo piensa en el presente, estamos seguros que el hijo de Pompeyo estaba al tanto de que los problemas que presentó el club en aquél momento no eran por fallas del timonel, sino por la poca profundidad existente en un staff de pitcheo diezmado por las lesiones y el bajo rendimiento de lanzadores importados como Adam Bostick, J.D. Durbin, Bobby Livingston y Chris Mason. En fin, creemos que Davalillo entendió que no era su momento y que un cambio de manager para ese entonces era un error de la directiva.
El giro que dio la historia es conocido por todos ustedes. La Guaira reaccionó y se metió en su tercer round robin consecutivo bajo la tutela de Subero, pero quedó en el tercer lugar del todos contra todos al margen de la serie final que a la postre disputaron Caracas y Magallanes.
Esa era la última temporada del contrato de Subero y a pesar de que Carlos apostaba porque Darryl Kennedy quedara en el puesto, la directiva ya veía a Regan como su sucesor. Hasta le ofrecieron el cargo en algún punto entre febrero y marzo.
Pero la novela dio un brusco giro cuando Subero admitió públicamente que quería volver para la 2010-2011, la que sería su zafra de despedida, la famosa temporada del "todo o nada".
En aquél momento apoyamos la decisión que tomó la directiva de renovarle el contrato a Subero. Lo que no pensamos es que lo haría con una pistola en la sien, como lo describimos en noviembre pasado. Mucho menos imaginamos que el reinado de Regan tendría resultados tan catastróficos, aunque desde un principio opinamos que era unamala decisión.
Llegó el momento
La triste, desastrosa y calamitosa foja acumulada con Regan (1-10) obligó a la directiva a despachar al técnico que acumula 18 campañas de experiencia como manager en la pelota local.
El alto mando pensó en varios nombres para ofrecer el cargo, pero el mal desempeño de un club que había perdido en 21 de 27 juegos podía "quemar" a una figura que La Guaira tuviera en planes para temporadas siguientes. Y es que si ese sujeto no lograba hacer despertar a los Tiburones este año, pondría en apuros de nuevo a la directiva para el año siguiente.
Fue entonces cuando llegó el momento de Davalillo. "Decidí asumir el reto porque esta organización me ha abierto las puertas desde hace tres años y no podía abandonarla en el momento en que más me necesitan", sentenció Marco al asumir un puesto que había rechazado el año anterior.
Con Davalillo los Tiburones se vieron muy diferentes en el terreno, hasta el punto que algunos fanáticos se atrevieron a asegurar que con Regan algunos peloteros "jugaban para atrás"
Pero eso no es así. Davalillo, sin tener en su curriculum las 18 campañas como manager en Venezuela, cuenta desde temporadas atrás con algo que Regan nunca pudo tener en la cueva salada: respeto y liderazgo. Y eso se traduce en los resultados que se obtienen en el terreno.
"Con Marco hay un buen ambiente en la cueva y hemos recuperado la confianza, así como la teníamos con Subero", expresó Gregor Blanco en medio de la tormenta.
Sepan ustedes también que Davalillo no es ningún paracaidista, pues ha demostrado ser un manager ganador. Con Caribes dejó registros de 3-0 en la 99-00 (ausencia de Alfredo Pedrique), 9-6 en la 06/07 y 39-24 en la 07/08, según informó el amigo Otto Padrón.
El liderazgo que ejerce Davalillo en el dugout de Tiburones salta a la vista en cualquier práctica o juego. Además los peloteros hablan maravillas de sus consejos.
Uno de los peros que podría alegar la directiva para mantener a Davalillo como manager, es que por no tener un cargo en la pelota de Estados Unidos puede carecer de "buenas relaciones" a la hora de conseguir peloteros importados y permisos para los venezolanos. Pero la buena noticia es que ahora se cuenta con Jorge Velandia para fortalecer la gerencia deportiva, además de la permanencia de Francisco Cartaya como jefe de operaciones deportivas, dos individuos que tienen mucho que aportar a la organización.
"¿Imagina cuantos técnicos quisieran tener la oportunidad de ser manager de los Tiburones de La Guaira?, me siento agradecido y afortunado por estar aquí", respondió con pasión Davalillo al momento de preguntársele si desearía mantenerse como estratega para el próximo torneo. La decisión, entonces, sólo depende de la directiva. Esperamos su pronta ratificación.
@viticomel en Twitter
No hay comentarios:
Publicar un comentario