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Los fanáticos de los Tigres se pusieron de pie y levantaron las manos para celebrar, el jardinero corría hacia adelante para buscar el batazo que se dirigía a terreno de nadie, el coach de tercera se alistaba para mandar a la goma al corredor que estaba en la segunda almohadilla, al tiempo que el operador de la pizarra estaba a punto de colocar dos carreras más para Aragua; las que significaban el empate.
Nadie creyó que algún ser humano pudiera atrapar esa conexión, pero allí- justo en el hueco entre la antesala y el campocorto- apareció de cabeza Miguel Rojas, metió la mano en el sombrero mágico y sacó un dobleplay de antología que cambió el destino del partido. Los Tiburones de La Guaira vencieron por 4-2 a Aragua a domicilio, para nivelar la serie final tras dos cotejos disputados.
"Entiendo que los Tigres son considerados el mejor equipo de los últimos años en la pelota local, pero nosotros queremos escribir una nueva historia y para eso hay que jugar así", sostuvo el protagonista del engarce de feria ocurrido en el sexto inning, que evitó un hit del emergente Alex Núñez, cuando los dirigidos por Buddy Bailey tenían a tres corredores en las bases con un out y perdiendo por dos carreras.
La espectacular zambullida de Rojas se unió a las conexiones oportunas de César Suárez y Héctor Sánchez (entre los dos ligaron de 7-5 con jonrón, tres remolques), para que La Guaira celebrara su primer laurel en una final desde 1986.
"Esa jugada de Rojas demuestra el hambre que tenemos de ser campeones", esbozó el manager Marco Davalillo al finalizar una jornada en la que también contó con una milagrosa presentación del abridor Matt Klinker. "Me pidió la pelota para salir al quinto inning, pero ya había ejecutado 84 envíos al plato tras solo dos días de días de descanso", completó.
Los relevistas Pedro Rodríguez, Jon Hunton y Enrique González completaron cuatro entradas, para prepararle el camino a Francisco Rodríguez.
"He estado esperando esto desde hace años", declaró "el Kid" que salvó su quinto juego en serie finales (primero con Tiburones), a pesar de recibir un jonrón de Jorge Cortés.
Del otro lado de la acera, el manager Buddy Bailey se quitó la gorra ante la jugada de Rojas. "Sin duda eso fue clave en el resultado final. Ha estado jugando una gran defensa".
Quienes se quedaron sin palabras tras el engarce fueron los fanáticos de Maracay, que se llevaron incrédulos las manos a la cabeza, mientras La Guaira celebraba el milagro de Rojas.
Victor David Melo Zurita.
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