Después de ser el abridor del juego extra que eliminó a los Navegantes del Magallanes en el round robin, el norteamericano Tyson Brummett sólo pensaba en el cuarto juego de la gran final.
El abridor de los escualos dictó cátedra al lanzar siete episodios en blanco en los que recibió cinco hits, recetó tres ponches y sólo concedió una base por bolas. “Todo el plan de pitcheo funcionó como estaba planificado, tuve control en mis envíos quebrados, mantuve la bola baja, la velocidad estuvo bien y lo más importante fue que contamos con una gran defensiva”, comentó Brummett después que los escualos concretaron la segunda victoria de la serie y dejar el escenario listo para el quinto de la final.
Agregó Brummet que estaba consciente de la importancia del juego, lo que significaba para el equipo, los fanáticos y se siente muy contento por haber conseguido la victoria.
Entre tanto su compañero de batería, el careta Héctor Sánchez, quien no pudo jugar ayer por problemas de salud también expresó lo que significaba para él regresar a la alineación. “Lamentablemente ayer no pude jugar, gracias a Dios hoy estaba listo, mentalmente estaba preparado para ayudar a mi equipo, se presentó esa oportunidad, estaba tratando de hacer un buen contacto y lo más importante para nosotros es que hoy todo nos funcionó como equipo, bateamos oportunamente, jugamos una buena defensa, debemos tratar de seguir así para ganar mañana y luego viajar a Maracay a tratar de conseguir el campeonato”, expresó el maracayero.
Los Tiburones no ganaban un centro como home club en serie final desde 1986, por lo que sus seguidores celebraron en grande en el estadio Universitario.
meridiano.com.ve
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