Los rapaces atacaron desde muy temprano el marcador, cuando su ofensiva logró fabricar un total de cuatro anotaciones sucias, producto de dos errores de la defensiva salada.
Los escualos intentaron meterse en el encuentro en el octavo capítulo, logrando producir una rayita en las piernas de Oscar Salazar, quien se embasó por boleto.
En ese mismo episodio, los dirigidos por Lipso Nava continuaron castigando a los brazos salados, ejecutando trío de anotaciones más, suficientes para sentenciar el encuentro.
La victoria fue para Wilfredo Boscán (4-1), mientras que Shairon Martis (2-2) es quien cargó con la derrota.
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