jueves, 26 de enero de 2012

José Monzón se siente privilegiado con los Tiburones

eluniversal.com
La champaña corría en cada rincón del clubhouse de los Tiburones, mientras los jugadores se apoderaban de la Macuto Samba Show y cual fanáticos gritaban a todo pulmón los gritos de guerra de la divisa. Entre abrazos, lágrimas y sonrisas se encontraba el técnico José Monzón; único miembro del equipo de La Guaira que llegó a la final de 1986-87 y que permanece uniformado. 

"Después de tantos años y tanto sufrimiento puedo volver a experimentar esta alegría. El juego de pelota es apasionante", disparó quien ejerce funciones como coach de primera del bando salado. "Para serte sincero, luego de esto podría retirarme del beisbol; me iría a casa satisfecho y contento por todo lo que se ha logrado". 

El receptor, que es oriundo de La Guaira, jugó un total 11 temporadas con los escualos, la mayor parte de ellos en la etapa catalogada como "Salserín" en la década del 90, por la cantidad de peloteros jóvenes que integraban el roster. 

"Fueron años muy difíciles, de muchas derrotas; pero estos Tiburones de ahora me recuerdan a los de La Guerrilla. Cuando yo llegué aquí todavía jugaban Raúl Pérez Tovar, Luis Salazar, Norman Carrasco, Gustavo Polidor y Carlos 'Café' Martínez'", recuerda quien solo pudo disputar dos semifinales como pelotero activo en toda esta etapa (1989-90 y 1991-92). 

Justamente "el Café" es uno de los toleteros más recordados por estos días en la cueva de los litoralenses, pues hace dos días se cumplieron seis años de su desaparición física. 

"Siempre que llega el mes de enero es muy difícil, porque sabemos que llegará este día en el que se nos fue", señala "Guayoyo" Martínez, hermano del ex pelotero fallecido. "Este mes también me recuerda que en ese año (2006) yo trabajaba como coach de bateo con Pastora y lo llamaba al hospital para que se levantara de esa cama". 

Pero "el Café" sigue presente. "El tiempo ha pasado muy rápido, parece que fue ayer que lo despedimos", dijo su hijo José Alberto, "el Cafecito", quien ha heredado el uniforme número 40 de su padre. "Siempre me acuerdo de él cuando doy un batazo importante y tras cada victoria. Sé que él me está viendo, cuidando y apoyando donde quiera que esté", concluyó.



Victor David Melo Zurita.

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